El corazon el musculo impreciso el espiritu el pensamiento mas prufundo el alma el deseo mas grande y el recuerdo el pesar mas intenso /// ce mi oscuridad y yo cere la luz ce mi sol y yo la luna ce mis tinieblas y yo el lucero yo dare mi cuerpo y tu seras las alas la cortada mas profunda y sangrante que he tenido sucedio cuando me besabas y fue que al abrir mis ojos tu me veias fijamente

sábado, 28 de mayo de 2011

koRRidas de toRos ni fiEzta ni kulTura zolo toRtuRa

¿Que es una corrida de Toros?
« El toreo es el último escollo de una humanidad sin civilizar »
S.E. el Cardenal Isidro Gomá y Tomás (1869-1940)


Los juegos taurinos fueron introducidos durante la colonia española en México y otros países americanos, donde en la actualidad, anualmente, miles de toros son atormentados lentamente y llevados a la muerte violenta para diversión del público taurino y el lucro de empresarios, criaderos, apoderados y patrocinadores de este vilísimo negocio. Se estima que al menos 40 000 toros mueren en manos de la industria de tauromaquia cada año en Europa, y la cifra se eleva a aproximadamente 250 000 en el mundo entero.
En España por ejemplo, a pesar de la firme condena general de los países de la Unión, todos los niveles del gobierno subvencionan las actividades en torno a las corridas; la cifra global del dinero de los contribuyentes dirigido a ese sector se estima en alrededor de 550 millones de euros. He aquí algunas cifras precisas y alarmantes referentes tan solo al mes de marzo de 2009: promoción de la tauromaquia por la Junta de Andalucía: 400 000 euros; Escuela de tauromaquia en la Comunidad de Madrid: 80 000 euros; Patronato de la tauromaquia en la diputación de Badajoz: 480 000 euros, etc.




En la esfera internacional, según el testimonio del presidente de la plataforma taurina de Venezuela, deseoso que la fiesta taurina sea declarada patrimonio cultural de la humanidad, el flujo económico anual de la fiesta brava europea ascendería a más [de] 600 millones de euros, sin incluir las actividades taurinas conexas que alcanzan más de 2000 millones de euros. En este lado de América, sólo en plazas de Venezuela, como Mérida, San Cristóbal, Valencia y Maracaibo se mueven en promedio de seis días por periplo taurino más de 200 millones de dólares al cambio oficial; estimando un tanto igual para Colombia, México, Perú y Ecuador. Un negocio substancioso como se puede apreciar, tanto en la cuestión del dinero que aporta - prácticamente todo proveniente del erario público - como de la sangre y el sufrimiento que cuesta.


Toro en estado natural

La mayoría de las corridas en Latinoamérica son organizadas durante el invierno europeo (entre septiembre y febrero), pero durante el resto del año innumerables animales son torturados y aniquilados en corridas tanto oficiales como oficiosas en diversas localidades, tanto plazas como ferias e incluso en las infames escuelas taurinas, creadas con el objetivo de que no desaparezca el arte, y donde los padres taurómacas inscriben a sus niños para que éstos aprendan a matar. Es un verdadero desastre que este tipo de padres inconscientes, incluso alentados por religiosos descarriados, juzgue esta enseñanza más apropiada para sus retoños que la predicada por hombres superiores y santos como Santo Tomás de Aquino, quien nos revela sin rodeos que: Quien está habituado a la piedad hacia los animales, está igualmente acostumbrado a la piedad hacia los hombres. Manifiestamente esto último es algo que a dichas personas nos les interesa más que lo primero.




Por desgracia, como en tantos otros campos en los que México se caracteriza y se reconoce internacionalmente por su brutal rezago social, en nuestro país se organizan muchos de estos eventos y, atrasados varias décadas en relación a países donde la enseñanza educativa y moral va de la mano con el respeto del entorno y la fauna, probablemente tengamos el triste honor de ser el país más taurino del mundo, no en afición, muy escasa, sino en lo que a cantidad de eventos de éste tipo se refiere.
De hecho, es triste decirlo pero numerosos matadores españoles se transladan durante el invierno a nuestros países para participar en estas masacres organizadas, dado que, en primera instancia, durante esta época del año no se llevan a cabo corridas en España.
Por otra parte son muchas las sedes españolas las que poco a poco cierran sus puertas ante la pobre asistencia y la hostil y creciente presión pública, obligando a estos sombríos personajes a buscar para alcanzar sus fines tierras más prometedoras, entre más subdesarrolladas mejor…


En efecto, las corridas de toros no son la imagen bucólica que se vende a los neófitos y a los turistas inocentes, deseosos de presenciar un cuadro folklórico y pintoresco, ciertamente rústico y de mal gusto, pero al menos, a su manera de ver en primera instancia, lleno de color y de un cierto

Al contrario, al entrar en la plaza, los asistentes de buen corazón pronto se dan cuenta de su crasa equivocación, al presenciar que una corrida no es otra cosa que el espectáculo abierto y obsceno de la tortura sangrienta, codificada, metódica y prolongada de un animal inerme, indefenso, y abandonado a su triste suerte entre las garras de una turba de verdugos ruines y ensañados que se pavonean y se libran con goce indescriptible a su feroz escabechina al son de Paquito el chocolatero, fúnebre paso doble que, en palabras del escritor Christian Laborde, es el Pajaritos a volar de los aficionados taurinos caídos en un doble transe, el éxtasis extraño que les prodiga el profuso derramamiento de la sangre combinado al flujo inagotable de la manzanilla, del vino, de la cerveza, del mosaico pletórico de brebajes espiritosos que embuchan con una avidez y una delectación que solo encuentran paralelo en las cantidades absorbidas, muy propias éstas para inundar de nueva cuenta el mítico establo de Augias.



Es en este marco tan particular que los cándidos asistentes de ocasión constatan, sin mucho tardar, que la llamada fiesta brava no es más que una técnica altamente sofisticada de tortura, comparable a las que se emplean con los humanos en ciertas circunstancias, capaz de transformar a una persona digna y entera en una piltrafa humana a la que se puede manejar como se quiera, pues el toro, contrariamente a las simplezas que cuentan los entusiastas de este tipo de prácticas, no es un objeto inanimado cuyo único fin sería satisfacer sus apetitos de recreación y placer personal, sino un mamífero superior, dotado de un sistema nervioso central; un ser altamente evolucionado y perfectamente capaz de sentir dolor, al mismo nivel y con la misma intensidad que nosotros. Esta verdad es tan dolorosamente evidente que ni siquiera la desarrollaremos en este espacio, pues el simple hecho de plantearlas supondría cuestionarlas, lo cual no ha lugar.




Las corridas están rodeadas de todo un aparato lexical y pseudo simbólico altamente rebuscado, pero como veremos enseguida, nada en este mísero espectáculo es genuino, sino tan solo la agonía indescriptible y la ignominiosa muerte del pobre individuo que se convierte en su víctima en turno.

Así pues, si usted no conoce estos espectáculos y quisiera saber más acerca de su desarrollo y naturaleza, le ahorraremos mucho dinero, vivas desazones y una profunda vergüenza relatándole enseguida todos sus pormenores.
Como complemento visual a nuestra exposición podrá usted visionar igualmente una serie de documentos, fotografías y videos captados en el lugar mismo, que ilustran con plena claridad y lujo de detalle lo que se argumenta a continuación, y ejemplifican gráficamente la apremiante urgencia de erradicar, o como lo decía más acertadamente el sacerdote y filósofo Juan Balmes (1810-1848), extirpar de nuestras sociedades y para siempre estas prácticas repugnantes y vergonzosas.


DESCRIPCIÓN Y REALIDAD DE LA CORRIDA
DE LA NECESIDAD DE SU INMEDIATA Y ABSOLUTA ERRADICACIÓN


COMIENZA LA FIESTA

«El bueno sabe que hasta los animales sufren, pero el malvado de nadie tiene compasión» Proverbios, 12:10.

EL ENCIERRO EN LA OSCURIDAD

Previamente al inicio de la corrida, el toro es encerrado en un cajón obscuro llamado chiquero, siniestro preámbulo que tiene el efecto de aterrorizarlo a través de diferentes procedimientos ilegales pero igual llevados a cabo de manera regular y ordenada.
Hay que saber que antes de ser transportados a dicho lugar, los toros han vivido toda su vida en campo abierto, rodeados por otros individuos en su medio natural, del que han sido arrancados repentinamente para ser encerrados en cajones de madera de menos de 2 metros cuadrados, donde no tienen ninguna posibilidad de moverse. En semana santa y verano, los camiones están sobrecalentados, y los animales, amontonados sin agua ni comida, pierden de 30 a 50 kilos durante el traslado; algunos de ellos son hallados muertos de asfixia al llegar al chiquero. Enseguida, serán sacados del camión con la misma delicadeza con la que fueron embarcados en él: a golpes de chorros de agua, de palos y tubos, patadas e injurias. Dato macabro: en Francia, los exámenes veterinarios revelan que la mitad de los toros masacrados en las corridas estaban gravemente enfermos. Por ejemplo,


implorante, un toro herido se acerca a uno de sus verdugos. Imagen tomada por el ex-aficionado y fotógrafo taurino Christian Sinibaldi, arrepentido después de presenciar esta dolorosa escena…


el representante taurino Kiko Matamoros, blandiendo un cuerno afeitado y que presentaba otras manipulaciones, recogido por él mismo en una arena de Benalmadena, afirma que el comportamiento del toro es además modificado por una serie de substancias, como los anabólicos, y cuenta que una vez vio un toro entrar en el ruedo con una jeringa todavía clavada en el lomo (escena mostrada por el veterinario José Mª Cruz en un video). ¡Sin comentarios! Enseguida declaró su pavor de un toro drogado, pudiendo ser más peligroso al desconocerse la reacción del mismo. Insensatamente, el matador Curro Matola abunda en la cuestión afirmando que tal cosa seria de locos porque como podría reaccionar un animal drogado, sería una incógnita el comportamiento de un toro en esas condiciones (sic); esto no es más que otra prueba más de que el pseudo arte taurino no es más que una técnica refinada de artificios y sistematismos calculados y preestablecidos, es decir una vulgar, metódica y repetitiva manufactura.




Así pues, para mantener su mito y convencer al público de la supuesta ferocidad del animal, los tauricidas se refieren al toro como una a una bestia brava y salvaje, cuando en realidad, como cualquiera que lo ha visto de cerca lo sabe, es al contrario un animal doméstico más bien manso y sociable por naturaleza, un gigantón gentil y bonachón que no tiene carácter fuerte y menos aun agresivo, salvo como cualquier animal, cuando se encuentra en estado de desafío territorial, y/o confrontado a la agresión (como prueba recordemos la anécdota del ya citado Curro Matola, quien frente a las cámaras acariciaba a un toro mientras decía con desenvoltura a un periodista: «Es uno de mis mejores amigos; se llama Temple, y lo crié con biberón. Nació aquí en casa». Matola hasta besa al toro, antes de añadir con orgullo ahora ha crecido, y es un toro bravo; no deja de ser un toro bravo, y pues entonces hay que llevar el cuidado lógicamente que se tiene que llevar con un animal de estos. Vuelve a acariciarlo, le coge ambos cuernos y se pone a jugar con ellos, balanceando la cabeza del plácido animal, ese mejor amigo que acabará sus días en un ruedo…).


En estas condiciones, 24 horas antes de entrar en la arena, el toro ha sido sometido a un encierro en las tinieblas para que al soltarlo la luz y el barullo de los espectadores lo aterren y trate de huir saltando las barreras, lo que produce la falsa imagen que se quiere dar del toro, es decir la de una bestia brutal y acometedora (durante un coloquio universitario en México, un especialista taurino, frente a una audiencia compuesta por veterinarios, zoólogos y etólogos, se atrevió a afirmar que el toro es un depredador...). Muy al contrario, por su naturaleza misma de bovino herbívoro, la tendencia natural del toro, evidentemente, es huir, no atacar.

lunes, 23 de mayo de 2011

joVen BiSexuAl moDA ??? o RealiDad ke lado elegiR







Durante la adolescencia las confusiones son muchas, no necesariamente todo adolescente pasa por esto, pero es muy común en este tiempo y sobre todo y no tengo idea porque en mujeres. Jóvenes de entre 14 y 18 años que sienten una confusión, ganas de probar cosas nuevas y encuentran una opción nueva. El lesbianismo, la Bisexualidad, temas que no son poco serios y que hoy en día se toman como cualquier cosa. Pero, porque los jovenes toman la decision de ser homosexuales, o Bisexuales???? Es acaso una decision pasajera o algo para toda la vida? Si eres madre estarás preocupada que tus hijos esten pasando por esto y tu no te des cuenta. Pero es algo muy normal. Lo importante es no alamarce, tanto si tu estas en situacion de sentirte confundida, como si tus hijos lo estan. La mejor forma es afrontarlo y no tomarlo como un berrinche, apoyarlos y sentirse apoyado es algo importante en un tema como este, pero en ningun caso hay que sentirse culpable o mala, las cosas nunca son ni negras ni blancas y eso hay que tomarlo en cuenta siempre, la vida como todo lo demás tiene matices.




Ahora bien, existen muchas jóvenes que toman el lesbianismo o la bisexualidad como un juego, una forma de llamar la atención, etc. Y es muy problable que mas de la mitad de los y las jovenes que sienten atraccion por su mismo sexo y por los dos, tomen un camino diferente en el futuro. Por eso como madre tienes que apoyar y jamas tratar mal a tu hija(o), lo peor es no querer aceptar los cambios por los que la gente a nuestro alrededor pasa. Y si tú te sientes en este cambio, si ves la vida de esta manera, nunca debes esconderlo, hay que dejar fluir los impulsos, y cambios que la vida trae con ella. Por supuesto todo siempre debe tratarse con respeto, tanto por que el tema es delicado, si no que tambien lo es para la gente que lo vive personalmente.



La homosexualidad/Bisexualismo, no es una enfermedad, ni un padecimiento, no se sabe si es genetico, o pasa por un tema psicologico; pero yo personalemnte creo que ambas van de la mano.La intencion de este post, es orientar en el momento de enfrentarse a la situción de revelar, o que le sea revelado esta situación. Nunca pienses que la normalidad está en ser heterosexual porque la mayoría de la población lo sea, así como una gran cantidad es gorda, no es sano ni normal, aun asi los demas lo digan, no va en cantidades. Tampoco pienses en que son pervertidos, o pedófilos, he concido mucha gente que piensa que si hay homoseuxalidad hay perversión, suciedad, y no es así. Muchos de los que comenten actos ilicitos sexuales, no se consideran a si mismos homosexuales. Esa gente es enferma y su condición sexual no viene de la mano. Desde el principio del tiempo hasta ahora las cosas no han cambiado con respecto al trato a una persona homosexual por lo que si en esta epoca de tu vida te sientes así, y se prolonga con el tiempo, debes entender que siempre habrá gente bloqueando el camino para tu desarrollo y bienestar tanto emocional como fisico. Es importante por eso mismo ser apoyados por los padres, se necesita gente que te contega en momentos dificiles, porque para ser sinceros a la gente “Hetero” no se le trata mal por ser hetero, a una persona homosexual, si.

akozO zkolAr paza n tu kolEgio pAza en el muNdo




El acoso escolar (también conocido como hostigamiento escolar, matonaje escolar o por su término inglés bullying Excellis) es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es la emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia (12-13 años), siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de víctimas. La intimidación, el comportamiento agresivo que se muestra entre estudiantes puede durar semanas, meses, e incluso años.




El acoso escolar es una forma característica y extrema de violencia escolar. “Lo más sorprendente de todo es cuánto temor hay allí en las escuelas… como buenos soldados, los estudiantes controlan sus temores, viven con ellos y se ajustan a ellos". Ese comportamiento de intimidación que tanto les gusta a los que lo practican puede ocurrir en cualquier parte de las escuelas.




El acoso escolar es una especie de tortura, metódica y sistemática, en la que el agresor sume a la víctima, a menudo con el silencio, la indiferencia o la complicidad de otros compañeros.[1]
Este tipo de violencia escolar se caracteriza, por tanto, por una reiteración encaminada a conseguir la intimidación de la víctima, implicando un abuso de poder en tanto que es ejercida por un agresor más fuerte (ya sea esta fortaleza real o percibida subjetivamente) que aquella. El sujeto maltratado queda, así, expuesto física y emocionalmente ante el sujeto maltratador, generándose como consecuencia una serie de secuelas psicológicas (aunque estas no formen parte del diagnóstico); es común que el acosado viva aterrorizado con la idea de asistir a la escuela y que se muestre muy nervioso, triste y solitario en su vida cotidiana. En algunos casos, la dureza de la situación puede acarrear pensamientos sobre el suicidio e incluso su materialización, consecuencias propias del hostigamiento hacia las personas sin limitación de edad. Los que hostigan a otros se pueden sacar por cómo actúan y uno los puede reconocer por cómo se ven. Hay diferentes tipos de personas que practican la intimidación a otros. Los seguros son los que intimidan a otros disfrutándose el momento y estando seguro de ellos mismos en todo momento. Otros son los ansiosos que son los que no se concentran en lo que hacen y son menos seguros de ellos mismos.




En los Estados Unidos, 33,7% de los estudiantes han informado frecuentemente ser intimidado. El autor dice que el alumno que intimido a otros en la escuela primaria tiende a hacer lo mismo con estudiantes que están en la escuela media y secundaria. En el consenso, la tasa dice que en la secundaria, la intimidación está en su apogeo. En un estudio, un investigador descubrió que 29,9% de los estudiantes informaron moderada a frecuente participación en actos de intimidación. De esos estudiantes, 13% aceptó haber intimidado a otros, 10,6% informó que son intimidados con frecuencia y 6,3% apoyan tanto la intimidación como la victimización. La intimidación durante los años en la escuela secundaria recibe menos atención que la intimidación en estudiantes de media y la escuela primaria. En estudiantes de secundaria, el acoso sexual se ve mucho. Los estudios dicen que aproximadamente 81% de los estudiantes de la escuela secundaria son acosados sexualmente durante sus años de escuela secundaria. El 55% de ellos han sido acosados sexualmente entre el octavo y noveno grado y 61% entre el décimo y undécimo grado. El estudio dice que las mujeres han sido acosadas sexualmente más que los hombres.



Objetivos y evolución de los casos de acoso escolar
El objetivo de la práctica del acoso escolar es intimidar, apocar, reducir, someter, aplanar, amedrentar y consumir, emocional e intelectualmente, a la víctima, con vistas a obtener algún resultado favorable para quienes acosan o satisfacer una necesidad imperiosa de dominar, someter, agredir, y destruir a los demás que pueden presentar los acosadores como un patrón predominante de relación social con los demás.



En ocasiones, el niño que desarrolla conductas de hostigamiento hacia otros busca, mediante el método de «ensayo-error», obtener el reconocimiento y la atención de los demás, de los que carece, llegando a aprender un modelo de relación basado en la exclusión y el menosprecio de otros.



Con mucha frecuencia el niño o niña que acosa a otro compañero suele estar rodeado muy rápidamente de una banda o grupo de acosadores que se suman de manera unánime y gregaria al comportamiento de hostigamiento contra la víctima. Ello es debido a la falta de una autoridad exterior (por ejemplo, un profesor, un familiar, etc.) que imponga límites a este tipo de conductas, proyectando el acosador principal una imagen de líder sobre el resto de sus iguales seguidores.



A menudo la violencia encuentra una forma de canalizarse socialmente, materializándose en un mecanismo conocido de regulación de grupos en crisis: el mecanismo del chivo expiatorio. Destruir al que no es seguidor, al que se resiste, al diferente, al que sobresale académicamente, al imbuido de férreos principios morales, etc.




Tipos de acoso escolar

Los profesores Iñaki Piñuel y Zabala y Araceli Oñate han descrito hasta 8 modalidades de acoso escolar, con la siguiente incidencia entre las víctimas.[2]

Bloqueo social (29,3%)
Hostigamiento (20,9%)
Manipulación (19,9%)
Coacciones (17,4%)
Exclusión social (16,0%)
Intimidación (14,2%)
Agresiones (13,0%)
Amenazas (9,1%)
[editar] Bloqueo social
Agrupa las acciones de acoso escolar que buscan bloquear socialmente a la víctima. Todas ellas buscan el aislamiento social y su marginación impuesta por estas conductas de bloqueo.




Son ejemplos las prohibiciones de jugar en un grupo, de hablar o comunicar con otros, o de que nadie hable o se relacione con él, pues son indicadores que apuntan un intento por parte de otros de quebrar la red social de apoyos del niño.

Se incluye dentro de este grupo de acciones el meterse con la víctima para hacerle llorar. Esta conducta busca presentar al niño socialmente, entre el grupo de iguales, como alguien flojo, indigno, débil, indefenso, estúpido, llorica, etc. El hacer llorar al niño desencadena socialmente en su entorno un fenómeno de estigmatización secundaria conocido como mecanismo de chivo expiatorio. De todas las modalidades de acoso escolar es la más difícil de combatir en la medida que es una actuación muy frecuentemente invisible y que no deja huella. El propio niño no identifica más que el hecho de que nadie le habla o de que nadie quiere estar con él o de que los demás le excluyen sistemáticamente de los juegos.



Hostigamiento
Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que consisten en acciones de hostigamiento y acoso psicológico que manifiestan desprecio, falta de respeto y desconsideración por la dignidad del niño. El desprecio, el odio, la ridiculización, la burla, el menosprecio, los motes, la crueldad, la manifestación gestual del desprecio, la imitación burlesca son los indicadores de esta escala. Intimidación no siempre tiene que ser también de manera agresiva. La intimidación puede ser también a través de computadoras y teléfonos celulares entre otros.



Manipulación social
Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden distorsionar la imagen social del niño y “envenenar” a otros contra él. Con ellas se trata de presentar una imagen negativa, distorsionada y cargada negativamente de la víctima. Se cargan las tintas contra todo cuanto hace o dice la víctima, o contra todo lo que no ha dicho ni ha hecho. No importa lo que haga, todo es utilizado y sirve para inducir el rechazo de otros. A causa de esta manipulación de la imagen social de la víctima acosada, muchos otros niños se suman al grupo de acoso de manera involuntaria, percibiendo que el acosado merece el acoso que recibe, incurriendo en un mecanismo denominado “error básico de atribución”.



Coacción
Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden que la víctima realice acciones contra su voluntad. Mediante estas conductas quienes acosan al niño pretenden ejercer un dominio y un sometimiento total de su voluntad.

El que la víctima haga esas cosas contra su voluntad proporciona a los que fuerzan o tuercen esa voluntad diferentes beneficios, pero sobre todo poder social. Los que acosan son percibidos como poderosos, sobre todo, por los demás que presencian el doblegamiento de la víctima. Con frecuencia las coacciones implican que el niño sea víctima de vejaciones, abusos o conductas sexuales no deseadas que debe silenciar por miedo a las represalias sobre sí o sobre sus hermanos.



Exclusión social
Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan excluir de la participación al niño acosado. El “tú no”, es el centro de estas conductas con las que el grupo que acosa segrega socialmente al niño. Al ningunearlo, tratarlo como si no existiera, aislarlo, impedir su expresión, impedir su participación en juegos, se produce el vacío social en su entorno.



Intimidación
Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que persiguen amilanar, amedrentar, apocar o consumir emocionalmente al niño mediante una acción intimidatoria. Con ellas quienes acosan buscan inducir el miedo en el niño. Sus indicadores son acciones de intimidación, amenaza, hostigamiento físico intimidatorio, acoso a la salida del centro escolar.




Amenaza a la integridad
Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan amilanar mediante las amenazas contra la integridad física del niño o de su familia, o mediante la extorsión.



Causas
El agresor: características psicológicas y entorno familiar
Artículo principal: Acosador
Aunque el acosador escolar no tiene por qué padecer ninguna enfermedad mental o trastorno de la personalidad grave, presenta normalmente algún tipo de psicopatología. Fundamentalmente, presenta ausencia de empatía y algún tipo de distorsión cognitiva.

La carencia de empatía explica su incapacidad para ponerse en el lugar del acosado y ser insensible al sufrimiento de éste. Aparte de carencia de empatía, el agresor anhela la atención y le gusta la manipulación.



La presencia de distorsiones cognitivas tienen que ver con el hecho de que su interpretación de la realidad suele eludir la evidencia de los hechos y suele comportar una delegación de responsabilidades en otras personas. Así, normalmente responsabiliza de su acción acosadora a la víctima, que le habría molestado o desafiado previamente, con lo que no refleja ningún tipo de remordimiento respecto de su conducta (los datos indican que, aproximadamente, un 70% de los acosadores responden a este perfil).



La psicología actual, por otra parte, identifica en los acosadores escolares la existencia probable de una educación familiar permisiva que les puede haber llevado a no interiorizar suficientemente bien el principio de realidad: los derechos de uno deben armonizarse con los de los demás. La consecuencia es la dificultad para ponerse en el lugar del otro por una carencia de altruismo vinculada a un ego que crece a costa de los demás, meros instrumentos a su servicio, y que tiene un umbral de frustración muy bajo. Algunos autores denominan a este tipo de niño como niño tirano.




El niño mal educado en la familia probablemente reproducirá en la escuela los hábitos adquiridos. Ni respetará, ni empatizará con los profesores, ni con sus compañeros. Sus frustraciones quizá le lleven a elegir un cabeza de turco. A menudo será aquel compañero que le haga patentes sus limitaciones y carencias, o que, simplemente, le parezca vulnerable.[3]
[editar] El entorno escolar
Se puede dar el caso de que la ausencia en clase (o, en general, en el centro educativo) de un clima adecuado de convivencia pueda favorecer la aparición del acoso escolar. La responsabilidad al respecto oscila entre la figura de unos profesores que no han recibido una formación específica en cuestiones de intermediación en situaciones escolares conflictiva, y la disminución de su perfil de autoridad dentro de la sociedad actual.




La televisión
El mensaje implícito de determinados programas televisivos de consumo frecuente entre adolescentes que exponen un modelo de proyecto vital que busca la aspiración a todo sin renunciar a nada para conseguirlo, siempre y cuando eso no signifique esforzarse o grandes trabajos, constituye otro factor de riesgo para determinados individuos.

Los expertos han llegado también a la conclusión de que la violencia en los medios de comunicación tiene efectos sobre la violencia real, sobre todo entre niños.[cita requerida] Se discute, no obstante, el tipo de efectos y su grado: si se da una imitación indiscriminada, si se da un efecto insensibilizador, si se crea una imagen de la realidad en la que se hiperboliza la incidencia de la violencia, etc

En conclusión la televisión con alto riesgo de violencia afecta a los niños, en el sentido de querer y tratar ser como ellos (tipos de modelo prototipo).




[editar] Prevención
Se estima que la intervención simultánea sobre factores individuales, familiares y socioculturales, es la única vía posible de prevención del acoso escolar. La prevención se puede realizar en distintos niveles.

Una prevención primaria sería responsabilidad de los padres (apuesta por una educación democrática y no autoritaria), de la sociedad en conjunto y de los medios de comunicación (en forma de autorregulación respecto de determinados contenidos).

Una prevención secundaria sería las medidas concretas sobre la población de riesgo, esto es, los adolescentes (fundamentalmente, promover un cambio de mentalidad respecto a la necesidad de denuncia de los casos de acoso escolar aunque no sean víctimas de ellos), y sobre la población directamente vinculada a esta, el profesorado (en forma de formación en habilidades adecuadas para la prevención y resolución de conflictos escolares).

Por último, una prevención terciaria serían las medidas de ayuda a los protagonistas de los casos de acoso escolar.

[editar] Resolución de conflictos
Pese a que la figura del acoso en general atiende a un concepto de negación del conflicto al tratarse de un maltrato soterrado (incluso para la víctima, pues a ella le declaran la guerra en secreto, nunca abiertamente), tal vez podría hablarse de conflicto para simplificar el acercamiento a la materia. Y es que el conflicto forma parte de la vida y es un motor de progreso, pero en determinadas condiciones puede conducir a la violencia. Para mejorar la convivencia educativa y prevenir la violencia, es preciso enseñar a resolver conflictos de forma constructiva; es decir, pensando, dialogando y negociando. Un posible método de resolución de conflictos se desarrolla en los siguientes pasos:

Definir adecuadamente el conflicto.
Establecer cuáles son los objetivos y ordenarlos según su importancia.
Diseñar las posibles soluciones al conflicto.
Elegir la solución que se considere mejor y elaborar un plan para llevarla a cabo.
Llevar a la práctica la solución elegida.
Valorar los resultados obtenidos y, si no son los deseados, repetir todo el procedimiento para tratar de mejorarlos.
Una buena idea puede ser la de ir escribiendo las distintas fases del proceso, para facilitar su realización. En los programas de prevención de la violencia escolar que se están desarrollando en los últimos tiempos, se incluyen la mediación y la negociación como métodos de resolución de conflictos sin violencia.